28 febrero 2011
En otro post mencionábamos la importancia de la interacción entre el marco físico y la forma de actuar de las personas. Queremos destacar aquí la fuerte tendencia, dentro de esta acción recíproca, al crecimiento de la actividad en el sentido de ida y vuelta: cómo el ciudadano, desde el propio análisis y valoración de su entorno, pasa a formar parte activa del proceso de generación del espacio que le rodea.
La cuestión ya la planteaban expertos en el estudio de la Geografía Humana: ¿Qué procesos intervienen en la formación de las ciudades, y qué condiciones ambientales, sociales y culturales se relacionan con ellos?
Como menciona J. Jesús Trapero en ?La práctica del planeamiento urbanístico?, col. ?Espacios y Sociedades?, hoy más que nunca conviene poner de relieve el papel del ciudadano en el proceso de construcción de la ciudad. Hace unos meses comentábamos esta iniciativa en la página de Facebook de Valdebebas: se trata de un proceso común llevado a cabo por los residentes del barrio alemán de Magdeburg, un espacio público generado entre todos, y a partir de piezas de edificios de demolición. Si el paisaje urbano está formado también por las actividades y personas que lo habitan, en la actualidad aumenta exponencialmente dentro de estas actividades el papel de la participación ciudadana, y de forma más llamativa en esta etapa de la comunicación y las redes sociales que estamos presenciando hoy en día.
Asistimos a una creciente tendencia hacia la reinvención y adaptación de los canales de comunicación orientada a la participación ciudadana. La propia creación de la Wikipedia, enciclopedia de contenido libre "que todos pueden editar" es un ejemplo claro y muy ilustrativo de esta evolución. Pero la tendencia también se dirige a procesos de innovación urbana, a colaboraciones comunes en este terreno. Iniciativas como la que menciona aquí ?La ciudad comprometida? nos sitúan en el marco actual, y empezamos a encontrar cada vez más ejemplos como el de El Blog de San Isidro, que pudimos conocer de primera mano en el pasado FICOD y que, bajo la idea de integrar la tradición de lo popular en lo digital, promovió la participación común y la lluvia de ideas para revitalizar sus fiestas patronales, con gran éxito de participación.
El conocimiento de la realidad de las ciudades y la actitud de nuestra sociedad ante los problemas urbanos pasarán inevitablemente por procesos de participación común y la web se revela como ámbito idóneo en los próximos años. Sobre este concepto puede encontrarse un interesante artículo sobre "Web 3.0 y la transformación del espacio (físico)". Os recomendamos su lectura.
Valdebebas es el último gran proyecto urbanístico del norte de la ciudad de Madrid. Casi 30.000 personas ya viven en el barrio, a las que constantemente se siguen uniendo nuevos vecinos. La singularidad de este nuevo barrio, que alberga actualmente alrededor de 7.500 viviendas, de las cuales más de 4.300 han acabado obras, reside en la combinación de usos (residencial, oficinas, comercio, hoteles, centros de ocio y equipamientos públicos) y la recuperación del uso mixto, junto con eficaces comunicaciones y una gran conectividad a las redes de transporte público. Los valores del proyecto se centran en la recuperación del espacio público de calidad, la accesibilidad para personas con discapacidades, la protección del patrimonio natural y el énfasis en distintos aspectos de sostenibilidad. Forma parte del barrio el Parque de Felipe VI, verdadero nuevo pulmón verde de Madrid, con una extensión mayor que Central Park de Nueva York y que recrea los más destacados ecosistemas forestales autóctonos. En Valdebebas se ha creado un modelo de ciudad compacta en la que es viable la presencia de todos los equipamientos públicos, y que se puede recorrer a pie o usando sus 27 kilómetros de carril-bici urbano.